Boletín Aprora nº 21
PRAYS OLEAE
En el último boletín se dieron las recomendaciones generales para llevar a cabo el control de la generación antófaga de Prays (cuyas larvas se alimentan de los botones florales).
Dado que el olivo presenta una tasa de cuajado muy baja, los daños de esta generación no suelen ser importantes. De todos modos, se recomendó un tratamiento para tratar de mantener la población de Prays en un nivel tolerable para el cultivo y minimizar los daños de la generación carpófaga (cuyas larvas se alimentan de los frutos), que es la que generalmente provoca los daños de mayor importancia.
Las larvas de la generación antófaga se alimentan de los botones florales y, cuando completan su desarrollo, tejen un capullo de seda y en su interior hacen la crisálida de la que emergerán los adultos. La generación antófaga completa su desarrollo en poco más de un mes, es la más rápida de las tres que presenta esta especie, fundamentalmente por dos motivos: el alimento es muy nutritivo para las larvas y las temperaturas de esta época son muy adecuadas para su desarrollo. Las hembras adultas de la generación antófaga, después de ser fecundadas, ponen los huevos en los frutos recién cuajados. Aproximadamente a los 5 días nacen las larvas de la generación carpófaga, que penetrarán en las
aceitunas para alimentarse.